
Finalmente llegamos a la última etapa del actual gobierno federal y el desempeño en materia económica de largo plazo continúa siendo sumamente mediocre. El crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) no corresponde al potencial existente en el país. La economía mexicana ha sido incapaz de converger con los niveles de vida prevalecientes en países desarrollados. Las reformas modernizadoras implementadas desde principios de los ochenta han resultado un fracaso, particularmente la apertura comercial, la desregulación, la privatización y el equilibrio presupuestario. Aunque el país macroeconómicamente vive un periodo destacado de estabilidad, no puede crecer y ello posterga la creación de fuentes de trabajo para los más de un millón de personas que anualmente se incorporan al mercado laboral.
A pesar de que el crecimiento ha sido bajo en los últimos treinta años, debe reconocerse que se ha mejorado en diversos indicadores asociados con la calidad de vida, esto como resultado del crecimiento experimentado entre los años cincuenta y ochenta del siglo pasado. De hecho en los últimos cien años el país se transformó de uno eminentemente abocado a actividades agropecuarias en uno urbano, actualmente 77 ciudades del país generan más del 80% del PIB o riqueza nacional, la estructura económica en algunos de estos espacios se compone de modernas actividades de servicios y manufacturas.
Gracias al crecimiento experimentado en el pasado, se presentó una mejora en las condiciones de salud y educación. Por ejemplo, en 1950 la expectativa de vida era de 34 años, mientras que en 2010 era de 75 años, en el primer año la mortalidad infantil era de 96 por cada mil, ahora es 13 por cada mil. La tasa de analfabetismo pasó del 43 al 8%, mientras que el promedio de años de escolaridad pasó de 2 a 9 años. Esta mejora en los indicadores generales de bienestar es resultado del elevado y sostenido crecimiento económico de mediados del siglo XX.
No obstante lo anterior, la baja tasa de crecimiento económico vigente desde principios de los ochenta, ha provocado que el número de personas viviendo en pobreza siga siendo tremendamente elevado. Muchas personas en el país no disfrutan de los beneficios de la modernización. Se ha profundizado el dualismo estructural, una masa de más de 52 millones de personas teniendo pobreza de algún tipo, 21 en situación de vulnerabilidad y el resto clasificados como no pobres, entre los que se incluye un porcentaje pequeño de grandes multimillonarios.
La situación prevaleciente en el país se refuerza, el deterioro económico de los últimos años impide el crecimiento y esto a su vez conduce a un fortalecimiento de la involución material de la población. Entre 1950 y 2010 el promedio anual de crecimiento del PIB fue del 2%, una tasa sombría y decepcionante. Debería de ser más elevada para cerrar las brechas que nos separan de los países desarrollados, particularmente los Estados Unidos. Al existir oportunidades de inversión sin explotar, lo esperado es un mayor crecimiento, pero esto no ha ocurrido. El bajo crecimiento nos aleja de países emergentes con los cuales competimos. En 1960 México tenía un nivel de PIB per cápita dos veces mayor que Corea del Sur, en la actualidad nuestro ingreso es menos de un medio del de aquel país –alguien pensará, ¡ahora hasta se dan el lujo de patearnos y maltratarnos en nuestro propio país!
En los últimos treinta años el crecimiento promedio anual ha sido todavía más bajo, de 0.6%, con lo que doblar el nivel de ingreso per cápita actual tomaría 116 años. Este bajo crecimiento se ha correlacionado con reformas que profundizan la acción del mercado, que liberan nuestra economía, privatizan las empresas estatales y hacen caso de las recomendaciones de organismos económicos internacionales. Siguiendo las recetas proporcionadas por los “buenos samaritanos”, el país se ha estancado. Es evidente, que después de tanto tiempo de poner en marcha sus sabios consejos se requiere un cambio de rumbo, lo que los economistas llamamos nuevo modelo económico.
El nuevo modelo debe crear condiciones para elevar la productividad y aumentar los salarios de la clase obrera, de esta forma se fortalecería la producción y el consumo de la misma, lo que crearía un círculo virtuoso. La baja productividad existente es el resultado de pobres instituciones económicas, una infraestructura deficiente, regulaciones absurdas, falta de competencia, salarios bajos, entre otros. Pero no sólo se requieren cambios a nivel microeconómico, es necesario alterar la política monetaria y fiscal del país, establecer políticas de corte contra-cíclico, dejando atrás el paradigma dominante que se centra en el control inflacionario y la estabilidad.
En los últimos tres años el crecimiento ha mostrado una cierta tendencia a la recuperación, ya que después de la caída de 2009, en 2010 se creció cerca del 6%, en 2011 cerca del 4% y en 2012 se esperaba que lo haga en 4.1%. La actividad económica ha sido particularmente dinámica en el ramo de los servicios y se ha visto impulsada por la demanda de productos de exportación mexicanos. Dentro de la lista de naciones emergentes, México fue uno de los que más rápido se recuperó de la crisis internacional y fortaleció con la acumulación de reservar internacionales, una buena administración de la deuda externa y un adecuado manejo de las finanzas públicas.
No obstante, a corto plazo existen peligros externos que pueden deteriorar la capacidad de crecimiento, destacan la crisis de endeudamiento en la zona euro y la incapacidad de la economía americana para recuperar credibilidad en su actuación de política económica. Adicional a lo anterior, los incrementos recientes en los precios de los alimentos pueden contribuir a un deterioro de la capacidad de demanda y revertir el proceso de recuperación. En esencia, el dinamismo que llega a mostrar nuestra economía en el corto plazo, responde a impulsos externos y en menor medida a cambios en el mercado interno y a una estrategia pro crecimiento planteada por las autoridades.
La economía mexicana ha estado operando bajo un escenario inercial, sin estrategia. Aunque no lo digan las autoridades, se cree que no es necesario impulsar proyectos y reformas para generar crecimiento económico, ya que ello es tarea del mercado. Nada más alejado de la realidad, ya que la acción decidida del Estado, a través de acciones de política macroeconómica, industrial, regional y sectorial, es crucial para incrementar y sostener el ritmo de crecimiento económico de un país.
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Miguel Angel González Favila (lunes, 05 noviembre 2012 12:50)
México ha tenido estabilidad macroeconómica, pero considero que ese no es el objetivo primordial de un país, sobre todo un país subdesarrollado como el nuestro, estamos despilfarrando muchos recursos al no aprovechar nuestro potencial y la brecha enorme existente entre la desigualdad de la distribución de la riqueza, son evidencia de el pobre estado de bienestar existente en México que en mi opinión debería ser uno de los primeros temas a tratar para conseguir ese círculo virtuoso de crecimiento. El estado de confort en el que se encuentran las autoridades para no hacer bien su trabajo, y nuestra falta como sociedad de hacer presión y exigirles para que México sea un país desarrollado.
Jose Manuel Aleman (lunes, 05 noviembre 2012 20:00)
Creo que todos los analistas coinciden en que le falta crecimiento económico al país sin embargo pocos saben decir o no se animan a dar las recetas necesarias o los pasos a seguir con tal de salir de la mencionada mediocridad económica.
Pero en mi punto de vista si hay hechos palpables y que cualquier persona puede ver y entender solo leyendo las noticias y que tienen importantes consecuencias de orden económico. El Dr. Sánchez dice que ha fracasado la apertura comercial, pero si analizamos con cuidado nuestro país no ha permitido una verdadera apertura en todos los sentidos. Ahora que se dio la crisis del huevo, nos enteramos que el estado mexicano amenaza con multas y cárcel a quien eleve el precio del kg de huevo. ¿Cómo es posible que el gobierno no sea capaz de proteger a la población de ladrones, secuestradores, extorcionadores y narcotraficantes? pero si amenace con prisión a quien con toda la lógica económica de su parte, tiene que subir el precio para equilibrar la oferta y la demanda de las mercancias. Debido a esta situación pudimos ver con claridad que existe un grupo de productores muy poderosos que mantienen negociación con el gobierno para regular la importación de huevo. Es decir se suprime la iniciativa de quien quisiera importar este alimento perjudicando al consumidor mexicano y a su vez manteniendo privilegios mercantilistas a la Bachoco, empresa que tenía felices a todos con su copiosa publicidad que dicho sea de paso es muy ingeniosa. Mismo caso aplica para el negocio de los combustibles donde nadie en este país esta autorizado para importar y negociar con gasolinas extranjeras u otros productos que podrían hacer competencia con Pemex con el resultado de beneficiar al consumidor mexicano. Actualmente las estructuras corporativas relacionadas con el PRI, manejan miles de millones de pesos a discresión. El resultado neto es que dinero que podría ser productivo en manos de particulares y trabajadores del estado, acaba desperdiciandose en lujos excesivos y por supuesto aplicados en el extranjero. El senador Pascoe ha sido retratado con un reloj de 70 mil dólares. Es dinero perdido, tan solo con 700 mil pesos se puede acondicionar un terreno para poner un negocio con máquinas y herramientas para termosellado (por citar un ejemplo). Tantos políticos y sindicalistas juntan una cantidad exorbitante de rentas que no promueven el crecimiento económico sino todo lo contrario perpetúan mafias y publicitan que la gente quiera adherirse a la nómina del estado porque "vivir fuera del presupuesto, es vivir en el error". Y así también es notable que en este país no existe respeto por la propiedad privada, todos fuimos testigos de linchamiento mediatico que el candidato López Obrador hizo contra la tienda Soriana con consecuencias económicas nefastas sin que por esta conducta equivocada y ya sancionada por el IFE, reciba su merecido castigo. La multa de un millón de pesos, realmente salió barata para el PRD. También tenemos el caso de los supuestos normalistas de Michoacán que con la mano en la cintura secuestraron, incendiaron o dañaron unidades de carga y transporte colectivo. Yo me pregunto, ¿quién va a pagar las pérdidas? que yo sepa las aseguradoras tienen cláusulas muy claras de que no cubren daños por turbas o agitamientos sociales. En fin, cuando en un país no se respeta la propiedad privada, dificilmente ya no digamos los extranjeros sino los mismos nacionales pueden animarse a invertir y arriesgar su dinero en negocios públicos.
En fin, son tantos problemas que son realmente de sentido común que es dificil comprender por que nadie los corrige.
jmaleman@proyectar.com.mx
http://www.proyectar.com.mx
Isaac Leobardo Sánchez Juárez (lunes, 05 noviembre 2012 23:06)
Apreciado José Manuel:
A treinta años de iniciada la apertura, queda claro que era necesaria, pero no fue suficiente, existen muchos rasgos negativos de la economía que siguen sin corregirse.
Me da la impresión de que si avanzamos, pero muy lentamente y eso termina desesperando a los que como tú y como yo queremos que los cambios sean mucho más acelerados.
Derechos de propiedad, estado de derecho, ausencia de corrupción, menos burocracia, son elementos vitales, estoy plenamente de acuerdo contigo. Se requieren cambios a nivel macro y microeconómico. Enfocarse tanto en el mercado como en el Estado, al menos eso es lo que la historia y la experiencia internacional nos indica.
Gracias por tu tiempo y tus reflexiones.
Cruz Lopez Armendariz (sábado, 17 noviembre 2012 00:24)
Ciertamente hemos avanzado, simplemente el acceso a créditos hipotecarios o bancarios era inexistente para las personas con poco poder adquisitivo, el país esta creciendo pero a paso demasiado lento, nuevos modelos económicos quizá traigan consigo soluciones inmediatas y de largo plazo, lo malo es que las personas con el poder de aprobarlas y ponerlas en practica no son capases de comprender la gama de beneficios que traerán consigo.