
Finalmente se aprobó la reforma laboral (si es que se le puede denominar así a la serie de cambios de bajo impacto productivo que se hicieron en la Ley Federal del Trabajo), lo que permite hacer memoria respecto a las diferentes iniciativas propuestas y aprobadas por el gobierno del ex presidente Fox y el todavía presidente Calderón.
Doce años de gobiernos panistas han dejado un país estable macroeconómicamente, con finanzas sanas, pero con problemas estructurales vigentes como el desempleo, la pobreza, desigualdad, deterioro ambiental, inseguridad, informalidad y violencia. El camino para desarrollar el país es largo y a partir de diciembre esperemos que Enrique Peña Nieto pueda aportar a la transformación positiva y deje atrás el pasado corrupto y destructivo de su partido.
La primera “reforma” fue la fiscal de diciembre de 2001. El presidente propuso como eje central el gravar con 15% del IVA a los alimentos, medicinas, colegiaturas, libros y revistas. Varios meses de discusión condujo a su rechazo, la reforma quedó reducida a gravar con un nuevo impuesto de 5% a alimentos o artículos suntuarios como caviar o motores para yates. También se incluyó gravar con un 20% a bebidas endulzadas con fructosa, además de medidas para reducir la evasión y una reducción progresiva en el ISR.
En diciembre del 2003 Fox volvió a ingresar una reforma que consideraba gravar con IVA los alimentos y las medicinas, pero nuevamente fracasó. El presidente concluyó su mandato sin grandes cambios a la estructura institucional del país y desvaneció con su actuación las elevadas expectativas que tenían todos los mexicanos, dado que era el primer presidente del país que provenía de la oposición.
Reforma al sistema de pensiones, abril de 2007. Esta fue la primera reforma del presidente Calderón. El Congreso avaló una ley para que los empleados del gobierno tuvieran cuentas de retiro individuales. La reforma estuvo sujeta a múltiples protestas.
Reforma fiscal, septiembre de 2007. El Congreso aprobó una reforma, que tampoco incluyó ampliar el cobro de IVA a los alimentos y medicinas. El punto clave de la misma fue el nuevo Impuesto Especial a Tasa Única (IETU), que inició con una tasa de 16.5% para ir creciendo paulatinamente. También se incluyo el Impuesto sobre Depósitos en Efectivo (IDE) y un incremento paulatino en el precio de la gasolina.
Reforma petrolera, octubre de 2008. Se habilitó a Pemex para contratar empresas privadas en trabajos de exploración y producción bajo los contratos incentivados. Quedó fuera una propuesta para que empresas privadas construyeran refinerías a fin de ayudar a México a dejar de importar gasolinas.
Reforma Fiscal, noviembre de 2009. Se propuso y rechazó aplicar un nuevo impuesto generalizado del 2% al consumo. Pero se avaló un alza de 1% en la tasa del IVA al 16%, y en dos puntos, a un 30%, la del ISR. También incluyó un nuevo impuesto del 3% sobre algunos servicios de telecomunicaciones.
Reforma Antimonopolios, abril de 2011. La Ley Antimonopolios sanciona con penas de tres a 10 años de prisión a quien cometa prácticas monopólicas absolutas, y multas de hasta un 10% de los ingresos brutos de las empresas infractoras. Las reformas a la Ley Federal de Competencia Económica y los Códigos Penal Federal y Fiscal de la Federación otorgan facultades a la Comisión Federal de Competencia (CFC), para sancionar más severamente a los agentes económicos. Esta puede ser considerada la mayor reforma en los doce años de gobiernos panistas.
Para terminar, la Reforma Laboral, noviembre de 2012. Se establecen nuevas modalidades de contratación individual, periodos de prueba y capacitación inicial para los trabajadores, el pago por hora y regula la contratación de personal en actividades terciarias, también conocido como "outsourcing". La reforma supone flexibilizar el mercado laboral para aumentar la competitividad de la economía por medio de la precarización de las condiciones laborales, reducir costos para las empresas, lo que se espera atraiga una mayor inversión y de aquí crecimiento económico. Evidentemente sus efectos están sujetos a discusión.
En doce años los cambios realizados fueron menores, de aquí que no haya más que desilusión entre los electores, particularmente los más pobres. Inicia una nueva era de gobiernos priistas, si las cosas no mejoran para la mayoría, es posible que en 2018 un candidato emanado de la izquierda asuma la administración del país. Espero que el presidente Peña tenga éxito y en seis años esté hablando de los logros y no una vez más de los fracasos y las metas sin cumplir.
Elaborado a partir de información publicada por El Financiero.
Escribir comentario
Jose Manuel Aleman (miércoles, 14 noviembre 2012 13:18)
Respecto a las reforma fiscal veo buenas ideas en este artículo del profesor Arturo Damm http://www.cronica.com.mx/notaOpinion.php?id_nota=702098