Escribo esta nota a partir de una investigación enviada a una revista científica para identificar ciclos económicos en México de 1993 al 2017. En dicho trabajo se identificaron tres ciclos económicos (un ciclo se compone de expansiones, contracciones, picos, fondos y crisis), el primero de 1995 a 2003 que duró 8 años con nueve meses, el segundo de 2003 a 2009 que duró 6 años y tres meses y el tercero de 2009 a 2013 que duró 5 años.
También identifiqué tres recesiones, la primera de 1994 a 1995 (duró nueve meses) con una caída de la producción de 11.56%, la segunda de 2000 a 2003 (duró 3 años y 3 meses) con una reducción de 0.75% y la más reciente de 2007 a 2009 (duró 2 años y 3 meses) con una caída de 8.23%. En la gráfica que sigue se pueden ver los ciclos identificados, usando dos criterios técnicos para su obtención (λ), así como la serie de comportamiento de la producción observada con datos desestacionalizados. En lo que refiere a crisis, en el periodo se observaron dos, una en el primer trimestre de 1995 con una caída de 3.04% y la segunda en el primer trimestre del 2009 con una caída de 2.74% (sobre la base de diferencias logarítmicas).
Gráfica. LOG10PIB y ciclos del crecimiento del PIB real en México (HP con λ=1600 y 1096)
La economía mexicana según mis estimaciones comenzó a desacelerarse a partir del primer trimestre del 2017, en el cuarto trimestre ya era claro, como se observa en la gráfica que el PIB observado estaba por debajo de su valor de tendencia, esto también ocurrió en el tercer trimestre de ese año, por lo que de continuar así en el 2018 (datos que aún no se han publicado por parte del INEGI), se podría pensar seriamente en la posibilidad de una nueva etapa recesiva, máxime que logré identificar el último pico de un nuevo ciclo en el tercer trimestre del 2015. Aun más en el tercer trimestre del 2017 se verificó un decrecimiento absoluto de la producción.
Respecto a las causas de las recesiones, en el pasado reciente, las dos últimas fueron provocadas por la contracción de la economía norteamericana, la que se encuentra fuertemente vinculada con la mexicana por la vía de las exportaciones, la inversión extranjera directa y las remesas. Este 2018 los riesgos de corto plazo son particularmente dos: 1) la guerra comercial con los EUA y la ausencia de un acuerdo respecto a la nueva versión del TLCAN y 2) las elecciones presidenciales en México. Respecto a esto último, todo parece indicar que los agentes dan por descontado que ganará la izquierda, por lo que puede perder peso este factor negativo; no obstante, la incertidumbre persistirá al no saber si la transición será ordenada, particularmente preocupante es el crecimiento de la deuda pública que pasó de 36% del PIB en 2013 a 46% en 2017.
También, como ha ocurrido en el pasado, de ganar un candidato de la derecha y hacerlo por un margen pequeño o bien con sospecha de fraude, se crearía gran presión para el indicador de riesgo país, lo que deterioraría las expectativas de inversión y con ello de crecimiento económico. De corto plazo otro factor que vulnera el crecimiento y favorece la recesión es el posible incremento de la tasa de interés de referencia del Banco de México, que pasaría de 7.50 a 7.75 o bien 8%. En la literatura especializada se ha demostrado que existe conexión entre el ciclo político y económico, y que se gasta más en el último año de gobierno y menos en el primer año, de ocurrir esto se fortalecería la posibilidad de recesión, esto puede controlarse relativamente fácil por las nuevas autoridades (2018-2024), siempre y cuando las finanzas que reciban no se encuentren mas deterioradas que lo que oficialmente se ha publicado.
Por otro lado, de mediano y largo plazo, la política macroeconómica (fiscal y monetaria) no responde a un objetivo de crecimiento económico, actualmente se encuentra enfocada exclusivamente en el control de la inflación y un supuesto equilibrio de las finanzas públicas, esto debe modificarse para tener un comportamiento contra cíclico que ayude a paliar escenarios recesivos como el que se avizora, aún más, el Banco de México debe incluir entre sus objetivos el crecimiento económico y el empleo, tal y como lo hace nuestro principal socio comercial (EUA).
No tengo la intención de alargarme, pero quiero expresar que en una economía subdesarrollada e integrada internacionalmente como la mexicana, el margen de acción de la política macroeconómica es muy limitado para contrarrestar choques internacionales, por lo que sugiero a las autoridades concentrarse en fortalecer el mercado interno, reduciendo la desigualdad, combatiendo la pobreza y crear mecanismos para aumentar sustancialmente los salarios reales. Finalmente, al ser la economía una ciencia que depende del comportamiento humano, espero que mi pronóstico resulte incorrecto y la economía mexicana crezca a su nivel tendencial para no caer en recesión y las autoridades comiencen a realizar proyectos y acciones que eleven nuestro potencial de crecimiento y creen con ello una nueva etapa de prosperidad compartida.
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Joana Vasti (miércoles, 20 junio 2018 10:54)
Pienso que las estimaciones son correctas, al igual que lo que dice sobre el margen de acción macroeconómico en cuanto a los choques internacionales, puesto que no contamos con una economía que esté al mismo nivel que la de otros países que pasan estos choques sin tanto problema. También pienso que lo que se propone para que esto no llegue a suceder sería lo indicado.
Citlalli Sosa (jueves, 21 junio 2018 12:04)
Considero muy interesante la información aquí presentada, este análisis sólo confirma que el país no ha tenido un crecimiento desde hace algunos y esto es preocupante, ya que la inflación en el precio de los productos es inevitable y clara a los ojos de todos nosotros. Si no se implementan las políticas adecuadas para el combate a la pobreza y el aumento de los salarios, propuestos en este mismo artículo, la situación no mejorará y estoy segura que los partidos de derecha no tienen intención alguna de establecer programas que permitan el crecimiento de la mayor parte de la población mexicana que son los pobres. La esperanza de México.
Nayelli Sosa (jueves, 21 junio 2018 13:31)
Me parece bastante interesante lo que se presenta pero me agradaría estuviera más comprensible para todo público, ya que desde mi punto de vista maneja términos muy técnicos.
Karlos SOTO (sábado, 23 junio 2018 09:50)
Excelente análisis doc. el crecimiento económico es muy importante, así como combatir la desigualdad y la pobreza, pero muchas veces se realiza con programas de asistencialismo pensando que con eso se combate a la pobreza, siendo que las familias mexicanas, normalmente personas que se encuentran por debajo de la linea de la pobreza no tienen la cultura del ahorro o planificación de gastos, yo pienso que el combate a la pobreza y desigualdad debe ser acercando los servicios como salud, con un buen servicio de salud las familias pueden reducir ese gasto, educación de calidad y gratuita con esto se debe comenzar a hacer un generacional de conciencia y promover nuevas formas de vida. acceso a servicios como luz, agua potable, pienso que la inversión en estas que son las principales cuasas de la pobreza, podrían llevarnos al desarrollo económico que tanto anhelamos encontrar los economistas en el país y con ellos la reducción de esa brecha de desigualdad.
Isaac Sánchez-Juárez (sábado, 23 junio 2018 18:46)
¡Gracias Karlos por tu comentario! Contribuye al debate.